Hoy hace años que Isabel Pérez-Aguirre nos dejó, y dejó un gran vacío entre las personas que la queríamos.
Pero también dejó un gran legado que Autismo Cádiz lleva con orgullo, nos inculcó una Misión que hasta el día de hoy marcan nuestros pasos y, sobre todo, el amor y respeto hacia las personas a las que nos dedicamos.
Hoy recordamos con pena no tenerla entre nosotros/as, pero también con alegría por haber tenido la suerte de aprender tanto de ella.
Gracias Isabel.