El avance tecnológico y la irrupción de nuevas aplicaciones comunicativas suponen una línea innovadora para hacer frente a los más de 70.000 casos de niños afectados por el TEA
Las apps forman parte de nuestro día a día, ya sea para facilitarnos la vida, como idea de negocio o, simplemente, un entretenimiento más al que recurrimos. Pero, más allá de todas estas aplicaciones, las apps también juegan un importante papel en el campo de la salud y la psicología.
Es el caso de la Fundación Planeta Imaginario, una entidad catalana dedicada al tratamiento del trastorno del espectro autista en niños que ha desarrollado dos apps que han incorporado con gran éxito a sus terapias.
“La primera app que creamos fue iSecuencias y tuvo muchísimo éxito. Actualmente se acerca a las 400.000 descargas y es mundialmente conocida en los contextos de educación y tratamiento para niños con necesidades especiales como el autismo”, explican desde la Fundación Planeta Imaginario.
“En Estados Unidos la han incluido en un programa en más de 15 escuelas para niños con trastornos en el desarrollo del lenguaje y nos han pedido traducirla a distintos idiomas como el euskera, el danés, el sueco o el portugués. Evidentemente, el éxito de iSecuencias nos animó a seguir profundizando en este campo y nos indicó que las apps iban a ser en un futuro una eficaz herramienta para la terapia”, añaden.
Tanto fue así que, tras el rotundo éxito de iSecuencias, crearon AbaPlanet, una plataforma con las bases del ABA (análisis aplicado de conducta) integradas capaz de trasladar al iPad la metodología que la fundación utiliza para la adquisición del lenguaje en sus primeras fases: previas y vocabulario básico.
“Realmente, la aceptación de AbaPlanet en las terapias de los niños con TEA ha superado nuestras expectativas”, aseguran desde la Fundación.
Los resultados, explican, van “desde un aumento de las habilidades de discriminación visual y razonamiento, pasando por una mayor autonomía en el juego y una aceleración y generalización del aprendizaje, hasta la reducción de las autoestimulaciones, conductas repetitivas como picar con los dedos en la mesa, mirarse las manos mientras las mueven, balancearse sobre el suelo, hacer movimientos con la lengua”.
Es decir, “conductas representativas del TEA que frenan y dificultan el aprendizaje y que, gracias a la app, también hemos conseguido disminuir”.
“AbaPlanet aporta grandes beneficios a nivel de lenguaje receptivo y de aprendizaje de conceptos mediante ejercicios de emparejamiento. Un aspecto que resulta muy atractivo a nivel profesional es que en esta app puedes adaptar los contenidos y crear sesiones a medida del niño”, constata Cristina Cartagena, psicóloga y terapeuta de niños con TEA.
“Con estos ejercicios, Nil ha aprendido un gran número de conceptos en poco tiempo mientras se divierte recibiendo premios por su aprendizaje, aspecto que lo mantiene altamente motivado. Además, me permite obtener un registro detallado de los ejercicios que ha realizado Nil, es decir, ver exactamente dónde se producen los fallos para así poder corregirlos y seguir avanzando”, se refiere así a su paciente Nil Cunillera, de 8 años.
Los padres de Nil, Mireia y Robert, decidieron apostar desde el principio por el uso de apps y de la tecnología como parte de la terapia de su hijo.
“El resultado y el avance está siendo espectacular, hace cosas con el iPad que no teníamos ni idea que era capaz de realizar. En casa tenemos apps a su disposición de distintos tipos: juegos, música y de aprendizaje (emparejamientos, puzzles, encajes, etc.) y, en un futuro, pretendemos que la tecnología sea su herramienta de comunicación ya que es un niño sin lenguaje”, indica Cartagena.
El uso de las apps y la presencia de la tecnología en centros educativos especializados en niños con TEA u otros trastornos del aprendizaje es cada vez más común. Es el caso del Centro de Educación Especial Guru que ha introducido AbaPlanet en el programa de uno de sus alumnos.
“El resultado que hemos observado es alentador puesto que visual y auditivamente nuestro alumno ya puede diferenciar y reconocer muchas palabras de dos categorías diferentes que son de su interés como los vehículos y la comida. Pensamos que este tipo de aplicaciones facilita la incorporación de nuevo vocabulario a la vez que facilitan la comprensión en la comunicación”, corroboran.
“El trabajo con aplicaciones influye positivamente en su autoestima, en general son niños que deben esforzarse mucho para aprender y casi siempre dependen del adulto”, destacan desde la escuela Fàsia, donde han integrado AbaPlanet de manera plena en la programación del aula con algunos niños cuyo resultado ha sido “increíble”.
Por eso, “el hecho de poder trabajar con aplicaciones que se ajustan a sus necesidades, que entienden y manejan bien solos hace que se sientan mejor y orgullosos de lo que hacen”, añaden.
“Actualmente, se necesita continuar llevando la tecnología del aprendizaje a la tecnología digital. Nos queda mucho por desarrollar”, aseguran desde la Fundación Planeta Imaginario.
En un futuro podrán trabajar más habilidades a través de las apps y serán un apoyo cada vez más efectivo y especializado.
“De hecho, muchas empresas tecnológicas están apostando por integrar en sus plantillas a personas autistas, algo que, sin duda, es una gran elección donde todos ganamos, ya que un ejercicio de inclusión como este es beneficioso para la madurez y cohesión social”, explican desde la Fundación Planeta Imaginario.
Un muy ejemplo es Specialisterne, una empresa danesa cuyo modelo ha sido importado a Barcelona de la mano de Ramon Bernat, presidente de la Fundación Planeta Imaginario, y que se basa en la inclusión laboral de personas autistas en el campo de las tecnologías de la información
En España se contabilizan más de 70.000 casos de niños y adolescentes afectados por TEA -según el profesor titular de Trastornos del Comportamiento de la Universidad de Salamanca, Ricardo Canal Bedia- y la tendencia es creciente,
Pero, como señala el director clínico de la Fundación Planeta Imaginario, Víctor Rodríguez, los recursos destinados para combatir estos trastornos por parte de las instituciones públicas no satisfacen a los afectados y colectivos dedicados al tratamiento del TEA.
De hecho, tal y como se señala desde los centros educativos especializados, gracias a las instituciones e inversores privados existen subvenciones y becas para sacar adelante proyectos basados en la innovación y la tecnología que tratan de beneficiar al máximo número de niños afectados por el TEA.
“Todo el tratamiento de Nil lo hemos asumido siempre nosotros, la familia. No se dedican recursos suficientes para el tratamiento de niños autistas sabiendo que sus necesidades son muchas más y mucho más costosas que las de los niños típicos”, critican Mireia y Robert, padres de Nil.
Por parte de los centros especializados existe una cierta comprensión hacia las instituciones públicas por la tesitura económica actual pero advierten que es necesaria una mayor implicación.
“Hay un interés y una valoración muy positiva hacia la labor que realizamos pero eso no es suficiente. El impacto que tiene el autismo sobre las personas puede ser devastador y las instituciones públicas deberían estar más informadas, más formadas y deberían ofrecer más recursos para atender las necesidades de las personas con autismo y sus familias”.
“En España, la atención a todo el campo de los TEA, es como una aspirina para el cáncer. Es decir, estamos a años luz de que las personas con TEA y sus familias, sean atendidas como deben. Si no entendemos que simplemente es su derecho, es que no estamos entendiendo nada”, concluye desde la Fundación Planeta Imaginario.