Fuentes: Diario de Cádiz

Agadi y ONCE plantean que en la ordenanza se amplíen las zonas de paso para garantizar el libre tránsito

Si los hosteleros están muy preocupados con el borrador de la nueva ordenanza reguladora de terrazas, los colectivos de personas con movilidad reducida y con discapacidades visuales y de defensa de los derechos del peatón salieron contentos, aunque no satisfechos del todo, de la presentación del documento por parte del concejal de Vía Pública, Martín Vila.

De hecho, ya en este primer encuentro los representantes de la Asociación Gaditana de Personas con Discapacidades Físicas (Agadi) y de la ONCE dieron un paso más y plantearon medidas que consideran necesarias para mejorar la accesibilidad de los espacios públicos, adelantaron a este periódico portavoces de los colectivos.

Desde Agadi propusieron que la anchura de paso mínima entre las terrazas y el borde de la acera sea de 2,20 metros y no sólo de 1,80, tal y como se establece en principio en el borrador. “El paso de 1,80 es una exigencia de la legislación estatal desde 2010, pero en Cádiz nunca se aplicó”, explica Judit Díaz, arquitecta y asesora en accesibilidad de la asociación. También han planteado que sean mucho más firmes las sanciones para quienes impidan o dificulten el acceso a sus casas a personas con discapacidad, sobre todo en eventos multitudinarios. Se han dado casos, algunos especialmente indignantes.

“La reunión fue muy positiva, pero debemos seguir avanzando en la accesibilidad universal, conciliando con los derechos de los hosteleros”, recalcó Judit. La razón es bien sencilla: se calcula que el 20% de la población tiene su movilidad reducida de manera permanente o temporal. Y muchos necesitan ir siempre acompañados.

Desde la ONCE consideran imprescindible que se reserven al menos dos metros desde la fachada hasta las sillas y mesas, con el fin de que los invidentes dispongan de la referencia de los edificios para desplazarse, explicó a este periódico Jaime Catena, jefe del Departamento de Servicios Sociales para Afiliados. También han pedido que las terrazas dispongan de algún elemento en colores llamativos que sirva de advertencia para las personas con ciertas deficiencias visuales. Y que los toldos se coloquen lo suficientemente altos como para evitar accidentes. “Las mesas y sillas de las terrazas suelen ser un obstáculo que a menudo nos obliga a cambiar itinerarios”, recuerda Jaime.

Moisés Velasco, de la Asociación de peatones La Zancada, también calificó de muy positivo tanto el borrador como el encuentro y recalcó que la regulación de es buena para todos, también para la hostelería. “A todos nos gusta ver pasar gente, de manera que garantizando el tránsito de los peatones, las terrazas se hacen aún más atractivas”, dijo. Además, entiende que limitando los metros cuadrados por terraza, se reparte mejor la clientela, dando mayores oportunidades a todos los hosteleros.

Ahora toca estudiar en detalle el documento para la elaboración y la presentación de propuestas y alegaciones.